La llegada de un nuevo integrante de la familia supone una inmensa alegría, pero también importantes cambios en la estructura y las rutinas familiares. Además la familia tiene que repartir su atención y las muestras de afecto siendo el nuevo bebe el que acapara la mayor atención del entorno, especialmente de la mamá en los primeros meses.
Los hermanos mayores, aunque ilusionados y felices por ese nuevo integrante de la familia, son los que más pueden sufrir ese cambio de la estructura familiar. Así es cómo puede cambiar el comportamiento del niño ante la llegada de un hermano/a. Todos estos cambios que se dan son normales y desaparecen con el tiempo, pero es importante que los papás y mamás los ayuden a poder enfrentarlo de una mejor manera.
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Los hermanos mayores pueden tener regresiones y volver a etapas que parecía que tenía superadas: Pueden empezar a hablar como si fueran más pequeños. Pueden comenzar a pedir ayuda para realizar tareas para los que ellos eran autónomos. Por ejemplo, niños que saben comer solos y de pronto nos piden que les demos de comer porque ellos no saben. O niños que dormían solos y ahora nos reclaman que durmamos con ellos o nos piden que les durmamos. Estas regresiones a una etapa pasada son el resultado del pensamiento del niño que cree que si al bebé le hacen más caso, entonces comportándose como bebés les harán más caso también a ellos.
Es importante explicarles que ellos ya son más grandes y que esto tiene beneficios como que hay cosas que pueden hacer solos y que sus hermanos pequeños no pueden hacer porque aún son muy pequeños. Existen varios libros en que les explican a los niños y niñas cuales son las ventajas de ser hermano mayor, leer esos libros puede ser de gran ayuda para que puedan comprenderlo mejor. En Kids Way tenemos esos libros por lo que pueden pedirlos en nuestra biblioteca.
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Puede ocurrir que el niño presente un carácter más irritable, o se muestre más sensible y llore con facilidad o se enfade sin motivo aparente. Es resultado de la tensión emocional que están viviendo, y que no sabe cómo gestionar, ya que no tiene las herramientas necesarias para ello. Es importante validar esas emociones, explicándoles que entiendes que se pueda sentir enojado, triste porque ya no pueden jugar tanto como antes por ejemplo. Estas explicaciones deben ser cortas y directas.
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Hay ocasiones que el niño de pronto empieza a no querer que uno de los progenitores se haga cargo de él. Por ejemplo, no quiero que papá me acueste o me dé de comer y quiero que sea mamá, o al contrario, puede ocurrir que "no quieran" a mamá y quieran hacer todo con el papá.
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Pueden comenzar a no querer ir al jardín para quedarse en la casa con su mamá
Todos estos comportamientos son una manera de recuperar un poco de atención de los padres, y no debemos alarmarnos. Lo importante es cómo gestionemos estos celos en los hermanos mayores, ya que en gran medida, de la actuación de los padres depende que ese comportamiento se atenúe o se agudice.
Algunos consejos sobre cómo ayudar a los niños y niñas frente a la llegada de un hermano son:
1. - Consejos prácticos para el momento en el que se conoce al nuevo hermano: Al llegar a la pieza, puede encontrarse la mamá sola, y que sea el niño quien llame a su nuevo hermano; Se sugiere que, al momento de las visitas, éstas primero pongan atención al niño antes que dirigirse a la guagua (por ejemplo, preguntar cómo van a dormir ahora en la casa, o cómo se fue al jardín en la mañana, cómo se llama la guagua). También, el recién nacido puede traer un regalo especial para su hermano. No olvidar avisar en el jardín, a las educadoras, los días en donde la mamá no estará, con el objetivo de estar más atentas y/o flexibles esos días. En el momento del nacimiento cuando vayan visitas con regalos que no lo entreguen al frente del hermano mayor o de ser asegurarnos de tener también un regalito para el hermano mayor. También se puede invitar al hermano mayor a ser protagonista en la recepción de regalos, abriéndolos y ordenándolos.
2. Invitar al hermano/a mayor a participar en la preparación de las cosas del bebé, que elija algún juguete o algo de ropita para su hermanito/a.
3. Mantener las rutinas de los mayores en la medida de lo posible. Si le leíamos un cuento antes de dormir, y ahora no lo hacemos porque no tenemos tiempo con el bebé, se sentirá muy desplazado y culpará al hermano/a de la situación.
4. Evitar "idealizar" los beneficios de tener un hermano, (vas a poder jugar con él, y tendrás un amigo, y le ayudarás a un montón de cosas) ya que la realidad inmediata es que los bebes aún son muy pequeños para jugar con ellos.
5. Reforzar las conductas positivas, evitando dar énfasis a aquellas conductas que no quieran que se repitan.
6. Recordarle todas las cosas que podemos hacer con él y no con el hermano.
7. Dedicarle sus momentos en exclusividad, (el baño, llevarle a jugar...) y que papá y mamá se vayan alternando, para que sean momentos con los dos. Por ejemplo, el momento que lo venga a buscar al jardín pueden venir solos y pasar unos minutos de exclusividad con ellos, de esa manera también reforzamos que quieran continuar viniendo al jardín.
Se sugiere además graficar los momentos “exclusivos” en un calendario que quede a la vista de los niños/as para que ellos puedan anticiparse y saber cuando será el siguiente momento.
8. Involucrarlo en las tareas de cuidado del bebé y hacerle ver que su ayuda es muy importante.
9. Nunca comparar a los hermanos, bajo ningún concepto y evitar esa frase tan típica de..."Eres el mayor, cuida de tu hermano, hijo no te comportes como tu hermano pequeño...cuidado con tu hermano que es pequeño..."
10. Sintonizar con el niño y validar: Es importante comprender el cambio que significa para el niño y validar su emoción. Por ejemplo, “Entiendo que te de rabia que no pueda estar todo el tiempo contigo, es fome tener que compartir el tiempo. Pero no te preocupes, siempre vamos a tener tiempo, ¿te parece en la mañana me encargo de tu hermano y en la tarde jugamos a los legos?”
11.Normalizar la situación: Leer libros, hacer obras de títeres o cualquier elemento que es permita visualizar a los niños y niñas en donde se muestren historias similares a las situación del niño/a. Pueden pedir libros de nuestra biblioteca Kids Way.
12. Minimizar las alteraciones en la casa: Intentar continuar con la estructura diaria del niño. Por ejemplo, evitar que falte al jardín los días que la mamá esté fuera de la casa. En caso de haber cambios, anticiparlos. Por ejemplo, “la mamá va a estar fuera cuatro días, cuando no esté, el papá seguirá llevándote al jardín y te va a ir a buscar tu abuela”.
13. Rol de hermano mayor: Entregar responsabilidades especiales para que el rol de hermano mayor tenga cierta recompensa. Es importante que estas responsabilidades sean atractivas para el niño, evitar que sean una carga o agobien al nuevo “hermano mayor”. Por ejemplo, sentirse importante al poder ayudar a mudar, ayudar a entretener a su hermano (se puede aprovechar esta instancia para modelar la manera adecuada de acercarse al niño). Dar beneficios especiales por estar más grande, “ahora que eres hermano mayor, puedes acostarte más tarde que tu hermano”. Tener en cuenta que, si bien es importante involucrar al hermano mayor en las actividades que involucren al nuevo hermano, se sugiere evitar prestar excesiva atención a los logros o nuevos roles en relación a su hermano. Es importante continuar reforzando de forma positiva o dejando espacio para los logros que el niño tenga en sus propias actividades. Esto con el objetivo de que el hermano mayor no perciba que el sistema familiar gira en torno, únicamente, al nuevo integrante.
Es importante señalar además que algunas veces puede suceder que los cambios en el comportamiento del hermano/a mayor se produzcan meses después del nacimiento del bebe una vez que ven que ya comienzan a interactuar más con el entorno. Es por este motivo que tenemos que estar muy atentos a los cambios que se produzcan en los niños y niñas, ya que no necesariamente estos cambios van a ocurrir de inmediatamente después del nacimiento de un hermano o hermana.
Tal como se menciona en un comienzo, el nacimiento de un nuevo hermano trae cambios inevitables y normales, tanto en la estructura familiar, física, y emocional de cada uno de los integrantes. Es por esto que se sugiere normalizar las conductas anteriormente descritas, comprender el contexto, e intentar facilitar los cambios con algunos de los consejos mencionados en este artículo.
Si los desajustes en la dinámica familiar son mayores a los esperado, los padres se sienten sobrepasados y/o las nuevas conductas interrumpen de forma excesiva un adecuado funcionamiento se sugiere consultar a un psicólogo especialista en coaching parental.